lunes, 2 de marzo de 2015

NO MENOSPRECIES LO PEQUEÑO

Siempre cuento que, siendo un joven, mi pastor Gustavo me encargó la responsabilidad de ser maestro en la escuela dominical de la clase de jóvenes. Fue un tremendo privilegio. Salvo que la asistencia era uno. Un adolescente, Víctor, era mi alumno. Sin embargo, me tome en serio la designación y por un par de años este fue mi congregación. Yo preparé un curso de Teología Sistemática para enseñar. Cuando lográbamos aumentar la asistencia inmediatamente a ese joven lo ponían de maestro en alguna clase y nosotros volvíamos al uno. A Víctor no me lo sacaban primero porque era chico, segundo porque él no quería. Sin saberlo, me estaba preparando y lo estaba preparando para el pastorado. Lo que aprendimos allí fue una base teológica solida… pero empezó pequeño, muy pequeño.
Hch.26:16. Ahora, ponte en pie y escúchame. Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar.
Me pregunto ¿qué había visto Pablo? Una luz más fuerte que el mediodía. Nada más que eso. Pero debía ser testigo de eso.
¿Qué iba a ver Pablo? Un varón macedónico, un ángel en medio de un naufragio, sanidades, milagros, etc… Pero sin lugar a dudas el relato de 2 Corintios 12 en donde el atestigua en tercera persona haber ido altercer cielo o paraíso según la NVI, es lo más.
Aunque lo vivido era de alguna manera insignificante con respecto a lo que viviría, él tenía que ser testigo de lo pequeño. Dios condicionaba su mañana a lo que hiciera con su presente. Menospreciar lo pequeño lo hubiera restringido en lo más relevante.
¿Es tu lugar o tu experiencia pequeña? No la desprecies… Ese es el lugar de tu promoción. A partir de tu fidelidad en apreciarla y cumplirla serás llevado a un nuevo y mejor nivel.
A menudo veo gente que se siente menos porque pastorea un grupo pequeño de gente o que se siente insignificante porque tiene un pequeño negocio o que se siente poco porque no tiene una formación adecuada. Dios nunca te va a pedir cuenta de lo que no tienes, si va a venir a pedirte cuenta de lo que te ha dado.
Aquel que se le confío una mina no entendió que le habían dado la posibilidad de gobernar sobre una ciudad. El solo vio una mina y eso no lo motivó. ¿Qué hubiera pasado si hubiera visto el final? Seguramente hubiera sido otra la actitud. Pero como su visión acerca del Dador era distorsionada, él pensó que se trataba de una tomada de pelo. Y menospreció lo pequeño (Lucas 19).
Hay una conexión entre mi presente y mi futuro. Hay un tesoro escondido detrás de lo reducido de mi presente. Dios está esperando que haga prosperar lo poco que tengo y el abrirá la puerta a lo asombroso y maravilloso. ¿Lo puedes creer?  Alguno pensará que tengo mucho y es verdad… pero no siempre fue así. Alguno pensará que tengo mucho y es mentira… no saben lo que Dios tiene preparado para mí!!! “Cosa que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios tiene preparada mí” ¿Lo puedes creer para vos? Pablo lo hizo:
Hch.26:19-20. Así que, rey Agripa, no fui desobediente a esa visión celestial. Al contrario, comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los gentiles, a todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras.
Hoy es un día para ser fiel desde mi actual circunstancia. “El que es fiel sobre lo poco, sobre lo mucho se lo pondrá”. Si quiero avanzar hacia “los planes de bien, que Él tiene para mí” deberé en lo que se me da hoy, ser responsable y obediente. Hoy me esforzaré por cumplir y hacer prosperar lo pequeño, sabiendo que hay paramí algo más. ¿Cómo lo sé? Sencillo, Tengo un Dios bueno y generoso que se ha determinado bendecirme, prosperarme y que viva en Victoria. Si, así es El.
Por Daniel Cattaneo
Fuente: http://devocionaldiario.org/devocional-diario/devocional-diario-la-conexion/

miércoles, 25 de febrero de 2015

NO VAYAS EN CONTRA DE DIOS

Cuando comenzó a soplar un viento suave del sur, creyeron que podían conseguir lo que querían, así que levaron anclas y navegaron junto a la costa de Creta (Hch.27:13).
Hay una manera en que mucha gente toma decisiones que es el concepto de puerta abiertas o cerradas. Si se me abre una puerta – dicen – entonces es voluntad de Dios, si la puerta se cierra – siguen razonando – no lo es.  ¿Es así? En esta historia un suave viento del sur sopló sobre ellos y pensaron que esta era una señal y levaron anclas y se hicieron a la mar. Sin embargo hay un detalle que no podemos pasar por alto.
Hch.27:9-10… Pablo les advirtió: «Señores, veo que nuestro viaje va a ser desastroso y que va a causar mucho perjuicio tanto para el barco y su carga como para nuestras propias vidas.»
Había una palabra de autoridad que estaban ignorando. Los buenos vientos no quieren decir nada si voy en contra de la palabra de Dios.
  • Allí está esa joven que piensa que porque él la ama puede quebrar un mandato bíblico.
  • Allí está ese hombre que porque el negocio le está saliendo piensa que Dios se agrada en la manera en que se comporta.
  • Allí esta ese pastor que porque la gente se convierte piensa que Dios avala la manera en que se conduce.
Lo repito: Los buenos vientos no quieren decir nada si voy en contra de la palabra de Dios.
La banda musical de estas historias es lo que dicen Los fabulosos Cadillacs: “Yo te avisé y vos no me escuchaste”… Si no fuera por lo trágico de los resultados, algunos razonamientos serian cómicos. Este desoír, ataca a inteligentes o ignorantes por igual, a ricos a pobres,  ¿Por qué alguien va a ir en contra de lo que dice Dios?
Hch.27:11-12. Pero el centurión, en vez de hacerle caso, siguió el consejo del timonel y del dueño del barco. Como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría decidió que debíamos seguir adelante, con la esperanza de llegar a Fenice, puerto de Creta que da al suroeste y al noroeste, y pasar allí el invierno.
Por dos razones:
A. Por dar más valor a la opinión de otros. No es que no creamos en que Dios no sepa, pero pensamos que una cosa era la época de Moisés y otra ahora. El no robarás no se puede referir a la energía eléctrica, si Moisés usaba velas – razonamos con una lógica inapelable. He visto gente que pasea de consejero en consejero hasta que encuentra uno que le toca la canción que le gusta. Se quedan con aquel que le cree la historia y le avala el zafarrancho que arman con sus decisiones.
B. Por buscar lo que más nos gusta o conviene. Hay lugares o situaciones que son incomodas… pero es mejor un puerto incómodo, que un mar enfurecido. Siempre que Dios te frena en una decisión que anhelas… es un puerto incómodo para estar. No te deja espacio para maniobrar, hay poco lugar para tus ideas o gustos… Paradójicamente el lugar donde no quisieron pasar el invierno se llamaba “Buenos puertos” y lo era… pero el buen puerto casi siempre es incómodo.
Miles de barcos zarpan todos los días porque sienten un suave viento y se hacen a la mar “con la esperanza de llegar”, pensando que tienen lo que querían. Lamentablemente la historia nos cuenta que estos intrépidos a poco de zarpar y cuando no podían regresar dan con un viento huracanado y son devorados por una tempestad.
Muchas veces he sentido ese vientito que me empuja a hacerme a la mar y he orado: Hazme ver lo que no veo… No me dejes equivocar.
En el día de hoy…. aunque vengan vientos aparentemente favorables, examinaré mi plan de viaje de acuerdo a la palabra revelada. Atenderé a la voz de mis líderes, de los leales, asimilaré aún esa palabra que no me gusta porque… Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa (Prov.27:6)
Me interesa avanzar pero no a costa de saltearme “puertos incomodos” Quiero resistir a esos “vientos que soplan para el lado que yo quiero” y que son como los cantos de sirenas: atractivos en el presente y fatales en el final. Líbrame de ellos en tu misericordia, Amén.
Por Daniel Cattaneo
Fuente: http://devocionaldiario.org/devocional-diario/devocional-diario-vientos-favorables/

UNA LISTA DE TEMAS PENDIENTES

Pendientes. ¿Tiene una lista de pendientes? Cosas que están esperando resolución, eso es lo que son los pendientes. El otro día pudimos terminar uno que llevaba dos años… cuando me lo comunicaron exclamé contento: Puedo tacharlo de mi lista de pendientes.
Ahora ¿qué pasa cuando es tu vida la que está pendiente? Cuando alguien ha puesto en pausa tu vida. Cuando hay asuntos sin resolución que llevan años… este es el pensamiento de hoy.
Hch.24:27. Pasaron dos años así, y Félix fue sucedido por Porcio Festo. Y, como Félix quería ganarse la aceptación del pueblo judío, dejó a Pablo en prisión.
Pablo está retenido injustamente hace dos años en un prisión romana por una calumnia de los líderes judíos. Y hace dos años que su vida está pendiente. La escritura claramente relata que ha caído en una grieta, esos espacios legales, donde todo se demora. Se nos cuenta además que están buscando el soborno, que Pablo o su entorno se pongan nerviosos y que entreguen una suma de dinero para “acelerar” el trámite.
¿Qué pasará cuando el otrora ciudadano del mundo emerja de esa prisión? ¿Cómo reaccionará durante ese tiempo? Los pendientes te llevan a cuestionar tu fe, lo que creíste, en lo que confiaste, lo que declaraste… ¿Cómo saldrá Pablo de esa prisión?
La historia nos cuenta que Pablo emergió de esa prisión con un poderoso testimonio y una declaración de fe: Pablo contestó: —Sea en poco tiempo o en mucho, le pido a Dios en oración que tanto usted como todos los presentes en este lugar lleguen a ser como yo, excepto por estas cadenas (Hch.26:29)
Me inquieta saber cómo se puede mantener uno “en estado”, sin claudicar, sin temer, como puedo esperar pacientemente, como puedo no entrar en pánico… Si Pablo fue coherente con lo que escribió creo que estas cuatro cosas lo mantuvieron vigente a pesar de que su libertad estaba pendiente.
  1. Confiar en la bondad de Dios.
  2. Descansar en la seguridad del propósito.
  3. Entender que Dios cumple lo prometido.
  4. Toda circunstancia se puede soportar en Dios.
¿Te sientes olvidado en un rincón oscuro? ¿Piensas que lo mejor de tu vida quedó detrás? ¿Te han puesto “a pensar” y no sabes por qué? Bienvenido al club!!! Al club de los prisioneros de esperanza. Aquellos que estamos con pendientes en nuestra vida… aguardando que la espera acabe… pero cuando eso por fin ocurra emergeremos con una fe vigorosa, con una convicción más profunda y con sueños mayores que los que teníamos. Las celdas no nos domarán, ni los Félix o Porcio Festo podrán con nosotros…  “en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó” (Ro 8:37)
Si miraras con atención notarás que en esta prisión aparte de Pablo, estuvo Abraham, José, Moisés, David… distintos tiempos de espera, pero todos con pendientes. ¡¡¡Así que animo!!! Aquí se alojaron los grandes… eso al menos nos sube de categoría. Es un club elite.  Hoy es un día para los prisioneros de esperanza. Haremos una marca más en la pared, confiando que en algún momento esa puerta se abrirá y entonces lo que hemos esperado ocurrirá. Tengo tanta paciencia, como fe y conozco tanto Su Bondad como Su Poder. Hoy solo me basta oírlo decirme:
¡Regresen al refugio, ustedes, prisioneros, que todavía tienen esperanza! Hoy mismo prometo que les daré dos bendiciones por cada dificultad (Zac.9:12).
Por Daniel Cattaneo
Fuente: http://devocionaldiario.org/devocional-diario/devocional-diario-club-elite/

martes, 24 de febrero de 2015

TRABAJAR PRIORIZANDO

Tener éxito no se trata de qué tan arduo trabajas, sino de qué tan listo trabajas. El Sr. Michael LeBoef dijo, “Comprometiéndose un poco a todo significa comprometer mucho de ti a nada.” En la vida del líder hay una gran diferencia entre estar ocupado y estar logrando tus metas. La actividad significa estar ocupado. Pero, como dijo Henry David Thoreau, “No basta solo estar ocupados, así son las hormigas. La pregunta es; ¿En qué estás ocupado?” En general, hay cinco maneras de como las personas trabajan. Revisa esta lista y determina la manera que describe cómo aprovechas de tu tiempo:
1. Urgente. Lo más llamativo primero. Este no debe ser el caso siempre en el liderazgo. Como líder, vas a encontrar muchas cosas “urgentes” en la forma de quejas, pedidos o sugerencias de las personas en tu organización. Algunos tendrán mérito y requerirán tu atención. Pero la mayoría del tiempo, yendo tras ellos no es el mejor uso para tu tiempo. El escritor Shelby Friedman una vez dijo, “La persona con hora libre la gastará con alguien que no tiene ni un minuto para perder.” Aún que sea una tentación, especialmente si eres una persona que le gusta estar con la gente, tienes que aprender a discernir cuáles cosa, de verdad, ocupan tu atención, cuáles pueden ser atendidos por otros, y cuáles no llevarán fruto sin importar cuanta atención te des.
2. Lo Difícil. Las cosas difíciles primero. Muchos de nosotros somos instruidos en este concepto cuando somos jóvenes. Esta es la mentalidad de “la comida antes del postre”, y hay algo de mérito en ello. Sin embargo, sólo porque algo está difícil no significa que debe encabezar tu lista de quehaceres. El Sr. Henry Kissinger dijo, “No puede haber ninguna crisis la próxima semana, mi agenda ya está llena.” Como líder, hay que estar constantemente revisando tus motivos. Si tienes una fuerte ética de trabajo, es posible que tengas la tendencia natural de acabar con las cosas difíciles primero. Pero no empieces con ellos sin determinar el valor de tus acciones. Si el hacer algo más sencillo es más productivo, entonces, haz eso antes de la cosa difícil.
3. Lo por Terminar. Las últimas cosas primero. Si eres como la mayoría de los líderes, trabajas con un horario de día en día. Como resultado, muchas veces hay detalles que te sobran al terminar el día. Si has acabado ocho de los diez asuntos del día, la tendencia es encabezar tu lista para el próximo día con esos dos asuntos no terminados. Pero esto, tampoco, es siempre el mejor uso de tu tiempo. Como dijo una vez Wolfgang Goethe, “Los asuntos que tienen mayor importancia nunca deben estar sujetos a los de menor importancia.” Es probable que si los dos asuntos estaban al final de tu lista del día anterior, no fueran prioritarias, y es probable que no sean hoy tampoco. Antes de gastar tiempo realizando algo dejado del día anterior, toma el tiempo necesario para evaluarlo junto con los otros asuntos que tienes que realizar. Si el terminar eseasunto todavía no es una prioridad, ponlo en el final de tu lista de nuevo, y trabaja en ello ya que hayas cumplido con lo más importante.
4. Desinteresado. Las cosas aburridas primero. De estos cinco estilos, este es probablemente lo más común. Si eres alguien que aplica este método, tu tendencia es terminar con los asuntos aburridos primero para poder enfocarte en lo que es importante. Como resultado, gastas tiempo haciendo cosas no necesarias, como sacar copias, correo electrónico o enviando un fax. Pero, aunque estas cosas se tienen que hacer, son raramente prioridades importantes. El Sr. Robert McKain dijo, “La razón por la cual las metas no son alcanzadas es porque gastamos tiempo haciendo las cosas segundas como si fueran las primeras.” No uses tu tiempo nada más en el hacer. En lugar de eso, haz lo más importante primero.
5. Último. Las primeras cosas primero. ¿Te ocupas en los asuntos más importantes primero? Aun si los haces en primero, en segundo, o en último lugar, se tienen que hacer si quieres tener éxito. Comprométete a dar tu mejor tiempo – ahora y en el futuro – a los asuntos más importantes. Aunque es admirable ser ambicioso y trabajar arduo, es más deseable trabajar inteligentemente. Puedes ver que la clave de convertirte en un mejor líder no está en tachar todas las cosas en tu lista todos los días. Está en formar el hábito de establecer prioridades para que estés realizando tus trabajos más importantes de una manera eficaz. Si haces eso, no tardarás mucho en sobrepasar tus propias expectativas como líder.
Extracto del libro “Liderazgo Excitante”
Por John C. Maxwell
Fuente:
http://devocionaldiario.org/liderazgo-cristiano-2/liderazgo-j-c-maxwell-trabajando-inteligentemente/

GENTE CON POTENCIAL

Si hubieras leído uno de mis libros, habrías aprendido del Principio Pareto, lo cual dice que cuando te enfocas en el 20% de tus prioridades más importantes, va a producir 80% de los resultados que deseas y, enfocando en el 80% menos importante de ellas va a producir solo el 20% de los resultados que quieres. Me he fijado en que los líderes están de acuerdo de que este principio del 20/80 funciona muy bien en cuanto a las finanzas y su tiempo. Sin embargo, me he dado cuenta de que a muchos les falta aplicarlo a su gente.
El autor, Waylon Moore, dijo, “Pasamos tiempo de prioridad con gente problemática cuando debemos estar invirtiendo nuestro tiempo de prioridad con gente de potencial.” Los líderes no tienen un problema con invertir sus finanzas y tiempo en las cosas que dan el mejor resultado porque, por lo general, pueden ver el fruto. Pero ese no siempre es el caso cuando aplicas el principio del 20/80 a las personas. Puede requerir meses, aún años, para cosechar los beneficios de aplicarlo a las personas. Pero si piensas en ello, no hay otra manera de sacar el potencial máximo de tu organización. Es tu responsabilidad de invertir tu mejor tiempo en tu mejor gente. Como un entrenador de un equipo deportivo, necesitas determinar quiénes son los “jugadores claves” y, entonces, ubicarlos en donde sus dones pueden hacer avanzar al equipo hacia la meta.
Para saber quiénes son tus jugadores claves, puedes calificarlos según el siguiente Examen de Aprobación al Liderazgo:
1. La Aprobación De Influencia. Las personas capaces necesitan tener un cierto nivel de influencia con los demás. Si no, tendrán dificultades guiando a otros a llevar a cabo cualquier trabajo que les proponga. Asegúrate de que estés pasando tiempo con los que te ayudarán a promover el cambio positivo dentro de tu organización.
2. La Aprobación De Las Relaciones. Determina cómo se relacionan los líderes potenciales con los demás de tus colaboradores. ¿Se relacionan bien? ¿Los demás los consideran como amigos? Las personas con el mayor potencial no han quemado demasiados puentes tras ellos.
3. La Aprobación De Integridad. Otro requisito de tus líderes potenciales es que deben tener una buena reputación. ¿Tus líderes son respetados por los demás? ¿Llegan a ellos otras personas con sus problemas? Los líderes potenciales deben haber establecido una base de confianza con otros para poder guiarlos.
4. La Aprobación De Su Espiritualidad. Muchos líderes pasan por alto este aspecto de liderazgo, al contrario, yo lo tengo como la clave más Importante en cuanto a determinar las personas claves. Un líder potencial que obedezca a Dios está en una mejor ubicación para lograr el éxito que uno que ignora la voluntad de Dios para su vida.
5. La Aprobación De Administración. Tus líderes potenciales deben mostrar que tienen la habilidad de discernir lo que es mejor para el resto de tu gente. ¿Tienen una historia de habilidad en tomar las decisiones sabias? ¿Les buscan otros para sus consejos? Si tú confías en la consejería de un líder potencial, es probable que otros también lo hagan.
6. La Aprobación De La Actitud. El último requisito de personas claves en tu organización es que tengan una buena actitud en cuanto a servir a sus iguales. El liderazgo verdadero requiere servir a otros de tiempo completo. ¿Cómo ven al liderazgo tus líderes potenciales? ¿Son egoístas? ¿Juegan para el equipo? Para que sean un beneficio para ti y para el resto de tu equipo, tienen que estar listos y dispuestos a servir.
¿Cómo salen tus líderes potenciales? ¿Pasaron el examen de aprobación en cada etapa? Si quieres invertir tu mejor tiempo en las personas claves de tu organización hay que desarrollar un buen sistema para determinar quiénes son. Para que tu organización sea eficaz, tú tienes que ser eficaz en ubicar tu gente clave para el éxito. Recuerda; la persona equivocada en la posición equivocada resultará en un fracaso. La persona correcta en una posición equivocada resultará en la frustración. Pero, cuando la persona correcta está en la posición correcta, y tiene lo que ocupa de su líder, se realiza la eficacia máxima.
Extracto del libro “Liderazgo Excitante”
Por John C. Maxwell
Fuente:
 http://devocionaldiario.org/liderazgo-cristiano-2/liderazgo-j-c-maxwell-priorizando-tu-gente/

viernes, 28 de enero de 2011

Oracion y evangelización

JOHN STOTT

La verdad es poderosa cuando se la defiende con argumentos; es más poderosa aún cuando se la exhibe. Porque la gente necesita no sólo comprender el argumento, sino ver la manifestación de sus beneficios. Una enfermera cristiana en un hospital, una maestra en una escuela, una secretaria en una oficina, un vendedor en un negocio, y un obrero en una fábrica, pueden ser de una influencia que supera toda proporción de números y porcentajes. Y ¿quién puede calcular la influencia para bien que puede tener en un vecindario un hogar cristiano, en el cual el marido y la mujer son fieles y encuentran plena satisfacción el uno en el otro, y sus hijos se forman en la seguridad y la disciplina del amor, y la familia no se encierra en sí misma sino que se brinda a la comunidad? Los cristianos somos personas señaladas tanto en el trabajo como en el hogar y el mundo nos observa.

Más aún que la influencia del ejemplo de individuos y familias cristianas es la de la iglesia local. Pues el propósito de Dios para la Iglesia es que sea su comunidad nueva y redimida, que encarne los valores del Reino. El doctor John Howard Yoder afirma que no debemos subestimar “el poderoso impacto… que tiene la creación de un grupo social alternativo”. Pues “la estructura social primaria por medio de la cual el evangelio obra para cambiar otras estructuras, es de la comunidad cristiana”.1

Pero ¿cómo transforma la comunidad nueva a la vieja? El Informe de Grand Rapids ofrece una buena respuesta:

En primer término, la nueva comunidad debe constituir un desafío a la vieja. Sus valores e ideales, sus normas morales y relaciones, su estilo de vida sacrificial, su amor, alegría y paz: éstas son las señales del Reino… y ofrecen a la sociedad una alternativa social radical…

En segundo término, como el mundo vive junto a la comunidad del Reino, algunos valores del Reino se derraman sobre la sociedad en su totalidad, de manera que la industria, el comercio, la legislación y las instituciones están imbuidas en cierta medida de los valores del Reino. La llamada sociedad “cristianizada” no es el Reino de Dios, pero tiene una deuda para con el Reino, que con frecuencia no se reconoce. Sin embargo, el modelo del “derramamiento” tiene sus limitaciones porque concibe a las dos comunidades como independientes e interrelacionadas, como dos recipientes uno al lado del otro, a la vez que el contenido de uno se derrama sobre el otro. Las metáforas de la sal, la luz y la levadura que emplea Jesús son más dinámicas pues cada una implica la penetración de la vieja comunidad por la nueva.2

Los pequeños grupos de cristianos pueden ser la manifestación visible del evangelio. También pueden hacer uso de todos los medios que ya hemos mencionado para influir en la sociedad. Hay poder en la oración y en el evangelio; hay aún más poder si nos unimos para orar y evangelizar. Hay poder en el testimonio y la protesta; hay aún más poder si nos unimos para dar testimonio y actuar juntos.

El grupo fue la modalidad que el Señor mismo eligió. Él comenzó con los doce. Y en la historia de la iglesia abundan los ejemplos de la influencia estratégica de los pequeños grupos. En el siglo XVI los primeros reformadores se reunían en Cambridge en la hostería White Horse para estudiar el Nuevo Testamento de Erasmo; en el siglo XVIII en Oxford, el Club Santo, al que pertenecían Whitefield y los Wesley, si bien se dedicaban a estériles buenas obras, constituyeron el trasfondo para el primer avivamiento evangélico; y en el siglo XIX en Londres la Secta Clapham apoyó a Wiberforce en la campaña contra la esclavitud y a muchas otras causas sociales y religiosas.

Actualmente uno de los rasgos más prometedores de la vida de la iglesia moderna es la búsqueda de la experiencia de los pequeños grupos. Miles de congregaciones se han dividido en pequeños grupos de comunión o grupos hogareños. Muchas iglesias además alientan la formación de grupos con intereses especiales: equipos de visitación, grupos de oración misionera, grupos de música, grupos interesados en la problemática contemporánea, grupos de lectura, grupos de estudio y acción social; las posibilidades son innumerables.

Luego existen las comunidades que experimentan nuevas formas de vivir, compartir y/o trabajar juntos, como la Comunidad Kairós en Buenos Aires (para la reflexión teológica sobre el discipulado en el mundo secular), la comunidad Sojourners en Washington DC (abocada a la publicación de la revista Sojourners, a promover el trabajo por la paz y la justicia, y a servir a las familias negras del lugar), y TRACI en Nueva Delhi (el Instituto de Investigación y Comunicación de Pensadores y Escritores Jóvenes de la India).

En Gran Bretaña existen grupos como el Proyecto Shaftesbury (que fomenta la investigación y la acción relacionada con la participación de los cristianos en la sociedad), CARE (Investigación y Educación de la Acción Cristiana, que promueve valores morales en la sociedad), y podría mencionar el London Institute for Contemporary Chistianity (que promueve la integración del discipulado bajo el señorío de Cristo y la penetración en el mundo secular para él).

Dom Helder Camara, arzobispo de Recife, al noreste de Brasil, es un líder católico muy respetado, que cree firmemente en el potencial de los pequeños grupos. Acusado de subversivo, se le prohibe el acceso a los medios de comunicación y vive constantemente amenazado de muerte; este “pacificador violento” (como se lo ha llamado) está comprometido con la justicia y la paz. Después de viajar durante varios años por el mundo, ahora tiene más fe en los grupos. Estimula la formación de “minorías abrahámicas” (así llamadas “porque al igual que Abraham esperamos aún cuando ya no hay esperanza”)3 en el vecindario, la universidad y los gremios, en los medios masivos de comunicación, entre los empresarios, los políticos y las fuerzas armadas.

Movidos por una sed común de justicia y paz, reúnen información; tratan de diagnosticar los problemas estructurales de desempleo, vivienda y explotación de los trabajadores; combinan las diferentes experiencias y emprenden la acción de “paz violenta” que consideran adecuada. Dom Helder está persuadido de que tales grupos minoritarios tienen “el poder del amor y la justicia que pueden compararse a la energía nuclear encerrada durante millones de años en los átomos diminutos, esperando ser liberada”.4

“Todas estas minorías unidas podrían transformarse en una fuerza irresistible”, agrega.5 Algunos se burlan, pero él persevera. “Sé bien que mi plan puede traer a la memoria el combate contra Goliat. Pero la mano de Dios estaba con el joven pastor, y David venció al filisteo con su fe, una honda y cinco piedras”.6 En otra parte nos exhorta: “Recuerden que a lo largo de los siglos la humanidad ha estado bajo la dirección de minorías”.7

Este contraste entre el gigante y el muchacho, la espada y la honda, la jactanciosa altivés y la humilde confianza es característico de la actividad de Dios en el mundo. Tom Sine lo ha captado bien en su libro The Mustard Seed Conspiracy (La conspiración de la semilla de mostaza), cuyo título alude a la diminuta semilla a partir de la cual crece un gran arbusto. El subtítulo de la obra es “Puedes influir sobre el agitado mundo de mañana”. Sine escribe:

Jesús nos ha revelado un secreto asombroso. Dios ha elegido cambiar el mundo por medio de los humildes, los que carecen de pretensiones y los que pasan inadvertidos… Ésa ha sido siempre la estrategia de Dios: cambiar el mundo por medio de la conspiración de los insignificantes. Eligió a un puñado de andrajosos esclavos semitas para que se convirtieran en los insurgentes del nuevo orden… ¡Y quién hubiera soñado que Dios iba a decidir obrar por medio de un bebé en un establo para poner en orden el mundo! “Lo necio del mundo escogió Dios… lo débil… lo vil… lo menospreciado… y lo que no es… Dios aún mantiene la política de obrar por medio de lo vergonzosamente insignificante para cambiar el mundo y crear su futuro…8

“Lo vergonzosamente insignificante”. Siento la necesidad de subrayar este criterio aparentemente invertido que Dios ha adoptado. Al mismo tiempo, desearía fervientemente que comprendiésemos su realismo. Lo que a las minorías les falta en números lo compensan con convicción y compromiso. En apoyo a este argumento citaré a un conocido sociólogo norteamericano. Robert Bellah es un especialista en religión civil, y en la influencia de la religión y la ética en la política. Está al frente de una cátedra en el Departamento de Sociología de la Universidad de California, Berkeley, y también en el Centro de Estudios Japoneses y Coreanos. En una entrevista para la revista Psychology Today (enero 1976) realizada por Sam Keen dijo:

Pienso que no deberíamos subestimar la importancia de los pequeños grupos de personas que tienen una nueva visión de un mundo justo y pacífico. En Japón una minoría muy reducida de cristianos protestantes introdujo la ética en la política y causó un impacto que no tiene relación con su número. Desempeñó un papel fundamental en la iniciación del movimiento por los derechos de la mujer, los gremios, los partidos socialistas, y virtualmente de todos los movimientos reformistas. La calidad de una cultura puede transformarse cuando el dos por ciento de su población tiene una nueva visión.

Los cristianos suman menos del dos por ciento en Japón, pero un porcentaje mucho más elevado en muchos otros países. Podríamos ejercer una poderosa influencia en la sociedad, en términos de evangelización y acción social, para la gloria de Dios. Por lo tanto, no existe ninguna razón para que el sentido de alienación persista.

(Extractos del capítulo 4 del libro “La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos”, John Stott, Edit. Nueva Creación, 1991)

Notas

1. John Hoard Yoder, Jesús y la realidad política, Certeza, 1985, pp. 82 y 116.
2. Evangelism and Social Responsability: An Evangelical Commitment, 1982, p. 34.
3. Dom Helder Camara, Spiral Of Violence, Sheed & Ward, 1971, p. 69.
4. Dom Helder Camara, The Desert is Fertile, Sheed & Ward, 1974, p.3.
5. Spiral of Violence, p. 43
6. Dom Helder Camara, Race Against Time, Sheed & Ward, 1971, pp. vii viii.
7. Ibid., p. 17.
8. Tom Sine, The Mustard Seed Conspiracy, Word, 1981, pp. 11 12.

FUENTE: http://www.compromisocristiano.com/evangelizacion/oracion-y-evangelizacion.html

martes, 30 de marzo de 2010

¡Dios es Dios!

El reino de Dios está aquí y ahora, aunque escondido a los ojos de la mayoría. Pero ese reino, en toda su perfección y esplendor, llegará pronto y llenará el universo “como las aguas cubren el mar

¡Dios es Dios!: aquí nuestro punto de partida. Todo lo concerniente al reino de Dios está basado en esta verdad, el tema central de toda la Biblia. “En el principio Dios…; y dijo Dios…; e hizo Dios…; y llamó Dios…; y fue así” (Génesis, capítulo 1). “Yo soy el que soy” (Exodo 3. 14). “Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55.8-9).

“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1.8). “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” (Romanos 11.33-36).

Para comprender cómo Dios se relaciona con el hombre y con el universo, es imprescindible comprender a Dios aparte de su relación con lo creado. Comprender a Dios -hasta donde lo podemos imaginar- en un vacío, antes de que existiera nada de lo que vemos y palpamos. Porque sólo cuando comenzamos a pensar en Dios fuera de las dimensiones del tiempo y espacio -sólo cuando nos sentimos pasmados y confusos frente a lo que nuestra mente humana no puede captar -, nos daremos cuenta, hasta cierto punto, de quién es Dios.

Como hombres, es imposible entrar en las dimensiones de Dios, y dificilísimo intentarlo siquiera. Siempre concebimos a Dios en términos nuestros, un superhombre que trasciende nuestras barreras, pero no un Ser que en absoluto se rige por ellas, un Ser para quien el tiempo y el espacio no existen excepto como herramientas que utiliza en relación con su universo. Siempre nos expresamos en términos del pasado, presente y futuro, en términos del más acá y más allá.

El pensamiento teológico siempre quiere meter a Dios dentro de definiciones y esquemas. Y en la práctica de la vida cristiana, insistimos en que quepa dentro de nuestras ideologías y programas. Nuestro antropocentrismo y egocentrismo lo quieren encasillar a toda costa. En lugar de dejarnos abiertos a que Dios se nos revele, hacemos lo imposible por crearlo a nuestra imagen. Como cristianos, automáticamente suponemos que lo divino debe identificarse con lo nuestro: pensamientos e ideas, sentimientos y emociones, deseos y metas, alegrías y tristezas.

Las polémicas y frustraciones más grandes en nuestro pensar teológico -el misterio de la Trinidad, la deidad y la humanidad de Jesucristo, la soberana elección de Dios y el libre albedrío del hombre- nacen del deseo de encerrar a Dios dentro del marco nuestro. Pregunta un escritor: “¿El amarillo es cuadrado o redondo? ¿El verde es pesado o liviano? Estoy convencido de que la mayoría de nuestras preguntas acerca de Dios son así de absurdas. No es que no sepamos las respuestas. Es que no sabemos las preguntas”.

Dios es categórico y absoluto. Hace lo que quiera, con quien quiera, cuando quiera y donde quiera. No está obligado a dar razón a nadie de qué hace ni por qué, y nadie tiene derecho de cuestionárselo. No lo conocemos en términos de nada ni de nadie, pero todo se conoce en relación con él. Dios es amor, no el amor es Dios. Dios es santidad, justicia y misericordia, y estas propiedades se conocen solamente de acuerdo con la definición que les da el carácter de Dios.

Por definición, Dios no necesita de nadie ni debe nada a nadie. Sus únicas limitaciones son las de su propio carácter. Es el iniciador, el punto de partida y el fin de todo. Si fuera hombre, le acusaríamos de egoísta. Pero el egoísmo es colocarnos en el lugar que no nos corresponda, y querer que todo gire en derredor nuestro. Con Dios, no hay lugar que no le corresponda, y, como centro del universo, todo gira alrededor de él.

Dios actúa siempre de acuerdo con su carácter: amor, justicia, santidad, misericordia. Bendice a toda la humanidad -”hace salir su sol sobre malos y buenos, y…hace llover sobre justos e injustos”-. Por su propio carácter, obra siempre de pura gracia. A los que nos hemos puesto bajo su soberanía, nos colma de las bendiciones especiales que tiene reservadas para sus hijos. Somos siervos del Rey, amigos del Rey e hijos del Rey.

El universo responde a esta soberanía absoluta, y toda la humanidad responderá un día, quiera o no quiera. El primer capítulo del Evangelio según San Juan nos dice que Dios, en Jesucristo, vino a lo que había creado, y que sus criaturas, en su gran mayoría, no lo quisieron recibir. Pero a los que sí lo recibimos, nos da poder de ser hechos hijos de Dios, de estar absorbidos eternamente dentro de su soberanía. En las palabras del Catecismo de Westminster: “El fin principal del hombre es glorificar a Dios y gozar de él para siempre”. Dios nos envuelve dentro de sus planes para el universo, para los cuales fuimos destinados por la creación y pre-destinados por la redención. Y todo culminará en la gloriosa escena pintada en el Apocalipsis: “El trono de Dios y del Cordero estará en ella (la ciudad celestial), y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz de sol, porque Dios su Señor los iluminará,y reinarán por los siglos de los siglos”.

No nos equivoquemos. Dios está en su trono, y jamás lo ha abandonado. Nada se mueve que no sea por su voluntad. Aunque nos resulte difícil de aceptar, hasta Satanás actúa y el mal sigue existiendo sólo porque Dios lo permite (como vemos en el caso de Job). Pero un día Dios dirá: “¡Basta!”, y empezará a reinar a ojos no solamente de sus escogidos, como ahora, sino de todo el universo. La idea de que hay una lucha cósmica entre el bien y el mal, en la cual está en duda quién saldrá victorioso, es totalmente ajena a la Palabra de Dios. Dios hizo, Dios mantiene, Dios ordena, Dios permite y Dios perfeccionará todo en la segunda venida de Jesucristo. Mientras tanto, Satanás reina en la tierra y en la vida de la mayoría de los hombres. Pero lo hace bajo la mano soberana de Dios.

El reino de Dios está aquí y ahora, aunque escondido de los ojos de la mayoría. Pero ese reino, en toda su perfección y resplandor, llegará pronto, y llenará el universo “como las aguas cubren el mar”. Exclamamos con Juan el apóstol: “Amen; sí, ven Señor Jesús”. ¡Dios es Dios!

Por GUILLERMO DAVID SOMMERVILLE

Fuente: http://www.compromisocristiano.com