martes, 24 de febrero de 2015

TRABAJAR PRIORIZANDO

Tener éxito no se trata de qué tan arduo trabajas, sino de qué tan listo trabajas. El Sr. Michael LeBoef dijo, “Comprometiéndose un poco a todo significa comprometer mucho de ti a nada.” En la vida del líder hay una gran diferencia entre estar ocupado y estar logrando tus metas. La actividad significa estar ocupado. Pero, como dijo Henry David Thoreau, “No basta solo estar ocupados, así son las hormigas. La pregunta es; ¿En qué estás ocupado?” En general, hay cinco maneras de como las personas trabajan. Revisa esta lista y determina la manera que describe cómo aprovechas de tu tiempo:
1. Urgente. Lo más llamativo primero. Este no debe ser el caso siempre en el liderazgo. Como líder, vas a encontrar muchas cosas “urgentes” en la forma de quejas, pedidos o sugerencias de las personas en tu organización. Algunos tendrán mérito y requerirán tu atención. Pero la mayoría del tiempo, yendo tras ellos no es el mejor uso para tu tiempo. El escritor Shelby Friedman una vez dijo, “La persona con hora libre la gastará con alguien que no tiene ni un minuto para perder.” Aún que sea una tentación, especialmente si eres una persona que le gusta estar con la gente, tienes que aprender a discernir cuáles cosa, de verdad, ocupan tu atención, cuáles pueden ser atendidos por otros, y cuáles no llevarán fruto sin importar cuanta atención te des.
2. Lo Difícil. Las cosas difíciles primero. Muchos de nosotros somos instruidos en este concepto cuando somos jóvenes. Esta es la mentalidad de “la comida antes del postre”, y hay algo de mérito en ello. Sin embargo, sólo porque algo está difícil no significa que debe encabezar tu lista de quehaceres. El Sr. Henry Kissinger dijo, “No puede haber ninguna crisis la próxima semana, mi agenda ya está llena.” Como líder, hay que estar constantemente revisando tus motivos. Si tienes una fuerte ética de trabajo, es posible que tengas la tendencia natural de acabar con las cosas difíciles primero. Pero no empieces con ellos sin determinar el valor de tus acciones. Si el hacer algo más sencillo es más productivo, entonces, haz eso antes de la cosa difícil.
3. Lo por Terminar. Las últimas cosas primero. Si eres como la mayoría de los líderes, trabajas con un horario de día en día. Como resultado, muchas veces hay detalles que te sobran al terminar el día. Si has acabado ocho de los diez asuntos del día, la tendencia es encabezar tu lista para el próximo día con esos dos asuntos no terminados. Pero esto, tampoco, es siempre el mejor uso de tu tiempo. Como dijo una vez Wolfgang Goethe, “Los asuntos que tienen mayor importancia nunca deben estar sujetos a los de menor importancia.” Es probable que si los dos asuntos estaban al final de tu lista del día anterior, no fueran prioritarias, y es probable que no sean hoy tampoco. Antes de gastar tiempo realizando algo dejado del día anterior, toma el tiempo necesario para evaluarlo junto con los otros asuntos que tienes que realizar. Si el terminar eseasunto todavía no es una prioridad, ponlo en el final de tu lista de nuevo, y trabaja en ello ya que hayas cumplido con lo más importante.
4. Desinteresado. Las cosas aburridas primero. De estos cinco estilos, este es probablemente lo más común. Si eres alguien que aplica este método, tu tendencia es terminar con los asuntos aburridos primero para poder enfocarte en lo que es importante. Como resultado, gastas tiempo haciendo cosas no necesarias, como sacar copias, correo electrónico o enviando un fax. Pero, aunque estas cosas se tienen que hacer, son raramente prioridades importantes. El Sr. Robert McKain dijo, “La razón por la cual las metas no son alcanzadas es porque gastamos tiempo haciendo las cosas segundas como si fueran las primeras.” No uses tu tiempo nada más en el hacer. En lugar de eso, haz lo más importante primero.
5. Último. Las primeras cosas primero. ¿Te ocupas en los asuntos más importantes primero? Aun si los haces en primero, en segundo, o en último lugar, se tienen que hacer si quieres tener éxito. Comprométete a dar tu mejor tiempo – ahora y en el futuro – a los asuntos más importantes. Aunque es admirable ser ambicioso y trabajar arduo, es más deseable trabajar inteligentemente. Puedes ver que la clave de convertirte en un mejor líder no está en tachar todas las cosas en tu lista todos los días. Está en formar el hábito de establecer prioridades para que estés realizando tus trabajos más importantes de una manera eficaz. Si haces eso, no tardarás mucho en sobrepasar tus propias expectativas como líder.
Extracto del libro “Liderazgo Excitante”
Por John C. Maxwell
Fuente:
http://devocionaldiario.org/liderazgo-cristiano-2/liderazgo-j-c-maxwell-trabajando-inteligentemente/

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