miércoles, 25 de febrero de 2015

NO VAYAS EN CONTRA DE DIOS

Cuando comenzó a soplar un viento suave del sur, creyeron que podían conseguir lo que querían, así que levaron anclas y navegaron junto a la costa de Creta (Hch.27:13).
Hay una manera en que mucha gente toma decisiones que es el concepto de puerta abiertas o cerradas. Si se me abre una puerta – dicen – entonces es voluntad de Dios, si la puerta se cierra – siguen razonando – no lo es.  ¿Es así? En esta historia un suave viento del sur sopló sobre ellos y pensaron que esta era una señal y levaron anclas y se hicieron a la mar. Sin embargo hay un detalle que no podemos pasar por alto.
Hch.27:9-10… Pablo les advirtió: «Señores, veo que nuestro viaje va a ser desastroso y que va a causar mucho perjuicio tanto para el barco y su carga como para nuestras propias vidas.»
Había una palabra de autoridad que estaban ignorando. Los buenos vientos no quieren decir nada si voy en contra de la palabra de Dios.
  • Allí está esa joven que piensa que porque él la ama puede quebrar un mandato bíblico.
  • Allí está ese hombre que porque el negocio le está saliendo piensa que Dios se agrada en la manera en que se comporta.
  • Allí esta ese pastor que porque la gente se convierte piensa que Dios avala la manera en que se conduce.
Lo repito: Los buenos vientos no quieren decir nada si voy en contra de la palabra de Dios.
La banda musical de estas historias es lo que dicen Los fabulosos Cadillacs: “Yo te avisé y vos no me escuchaste”… Si no fuera por lo trágico de los resultados, algunos razonamientos serian cómicos. Este desoír, ataca a inteligentes o ignorantes por igual, a ricos a pobres,  ¿Por qué alguien va a ir en contra de lo que dice Dios?
Hch.27:11-12. Pero el centurión, en vez de hacerle caso, siguió el consejo del timonel y del dueño del barco. Como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría decidió que debíamos seguir adelante, con la esperanza de llegar a Fenice, puerto de Creta que da al suroeste y al noroeste, y pasar allí el invierno.
Por dos razones:
A. Por dar más valor a la opinión de otros. No es que no creamos en que Dios no sepa, pero pensamos que una cosa era la época de Moisés y otra ahora. El no robarás no se puede referir a la energía eléctrica, si Moisés usaba velas – razonamos con una lógica inapelable. He visto gente que pasea de consejero en consejero hasta que encuentra uno que le toca la canción que le gusta. Se quedan con aquel que le cree la historia y le avala el zafarrancho que arman con sus decisiones.
B. Por buscar lo que más nos gusta o conviene. Hay lugares o situaciones que son incomodas… pero es mejor un puerto incómodo, que un mar enfurecido. Siempre que Dios te frena en una decisión que anhelas… es un puerto incómodo para estar. No te deja espacio para maniobrar, hay poco lugar para tus ideas o gustos… Paradójicamente el lugar donde no quisieron pasar el invierno se llamaba “Buenos puertos” y lo era… pero el buen puerto casi siempre es incómodo.
Miles de barcos zarpan todos los días porque sienten un suave viento y se hacen a la mar “con la esperanza de llegar”, pensando que tienen lo que querían. Lamentablemente la historia nos cuenta que estos intrépidos a poco de zarpar y cuando no podían regresar dan con un viento huracanado y son devorados por una tempestad.
Muchas veces he sentido ese vientito que me empuja a hacerme a la mar y he orado: Hazme ver lo que no veo… No me dejes equivocar.
En el día de hoy…. aunque vengan vientos aparentemente favorables, examinaré mi plan de viaje de acuerdo a la palabra revelada. Atenderé a la voz de mis líderes, de los leales, asimilaré aún esa palabra que no me gusta porque… Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa (Prov.27:6)
Me interesa avanzar pero no a costa de saltearme “puertos incomodos” Quiero resistir a esos “vientos que soplan para el lado que yo quiero” y que son como los cantos de sirenas: atractivos en el presente y fatales en el final. Líbrame de ellos en tu misericordia, Amén.
Por Daniel Cattaneo
Fuente: http://devocionaldiario.org/devocional-diario/devocional-diario-vientos-favorables/

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